DE PUERTO RICO A ESPAÑA
Y por la senda que he recorrido desde el sur de Puerto Rico
Me he dado cuenta de algo que no estaba escrito
Un sentimiento inigualable que no paraba de resonar
Un latido profundo como el océano, como el mar.
Que me llenaba de alegría, me llenaba de ilusión
En donde me preguntaba ¿Y las calles de España como
son?
Mientras estaba en el aire después de muchas horas,
dormida me quedé
y cuando me desperté, me maravillé.
Pues en mi ventana se asomaban las estrellas,
no las del cielo sino de la Tierra.
Algo único que con el lente de mis ojos pude capturar
Y en mis más preciados recuerdos pude atesorar.
Después de largas horas al fin había llegado a mi
destino
Y mira que escalofríos sentí al ver que estaba en
tierra otra vez.
Pues que maravilla ¡Oh! llegar a España.
En mi primer viaje de vida, sí en mi primera vez.
Fue entonces que me dije a mí misma:
Oye lo ves, el Señor te ha guardado en el camino
cómo dice el libro de Josué.
Ya saliendo del avión, me sentía como en las
olimpiadas
Pues en cuanto las personas me miraban, me dijo un
español
¡Puerto Rico es que es!
Pues mi bandera en mi maleta revelaba de quien soy
Hija de mi patria, hija del encanto.
Que luchó en la vida, ay no sabes cuánto.
Admiré todo lo que había a mi alrededor,
a las personas, al momento, a la luz del sol.
Le di tantas gracias a Dios por que hasta aquí había
llegado yo
Pues había abandonado el miedo cosechando valentía
Y me ponía a pensar en cuanto me dijeran ¡Que tal,
tía!
Fue un largo camino en el bus, el tren, el taxi
Allí me sentí en un museo de culturas con idiomas diferentes
pero con miradas y sonrisas que no necesitaban traducirse
Fui como niña recién nacida, descubriendo un mundo nuevo.
pero con miradas y sonrisas que no necesitaban traducirse
Fui como niña recién nacida, descubriendo un mundo nuevo.
Pues al fin, después de todo pude decir, Ninoshka
Bienvenida a Toledo.
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