"ENSEÑAR PARA APRENDER"
por: Ninoshka Rosado Caquías
Educar es una de las cosas que más amo hacer.
Desde que comencé a estudiar la profesión de pedagoga, una de mis metas para
con los estudiantes es poder impactar sus vidas de una manera positiva y a su
vez que siempre puedan recordar a esa maestra que siempre estuvo dispuesta a
enseñarles con amor y dedicación. No obstante, desde que vi que una de las
posibles clases que podía tomar en la fundación, era el Curso de Prácticas en
el área de Educación, no dudé ni un segundo en tomarlo. Pues el solo pensar que
podría tener la oportunidad de estar en un colegio de Toledo, tener estudiantes
de España y con una administración educativa diferente, me emocionaba en gran
manera.
Ahora, son casi dos meses y medio que he
estado haciendo mi práctica en el Colegio Divina Pastora y créanme, ha sido una
experiencia bien gratificante para mí. Pues desde que llegué el primer día, la
facultad me ha tratado excelente. Haciéndome sentir literalmente parte de
ellos. Una de las cosas que más me encantó, es que desde un inicio, el colegio
me ha hecho crecer en todos los aspectos posibles. Me explico, luego de que mi
supervisora me preguntó cuál eran mis expectativas al estar allí , utilizó una
expresión que fue muy rara al escucharla: “Te
vamos a tirar en el bache” . Claro, yo escuché eso y pensé: Ay madre mía, ¿Será algo bueno o malo lo que
querrá decir? Por supuesto, le
pregunté: ¿Y qué quiere decir eso? A
lo que ella me respondió: “Eso significa
que te vamos a dar la oportunidad de recorrer todas las áreas del Colegio para
que puedas cumplir con tus expectativas”. Se preguntarán: ¿Y cuáles son las
expectativas de Ninoshka a nivel educativo? Pues realmente desde que Dios me
reveló que educar era uno de mis propósitos, mis expectativas en la educación han
sido muchísimas, pero la principal siempre ha sido esta: ser el reflejo de
Jesús para mis estudiantes. Pues Él, fue un gran maestro que enseñó con inmenso
amor a todo el que se encontraba a su paso, y en eso me centro. Que eduques,
porque amas enseñar y a quienes les enseñas. De igual forma, otras expectativas
que tengo son: mostrarle a los estudiantes que tienen el potencial para lograr
las cosas que creen imposible, con perseverancia y enfoque, hacer que puedan
desarrollar su máximo potencial en el aspecto intelectual y social e incluso
que puedan comprender que los valores son la clave para que podamos ser parte
de una sociedad saludable, para que sean ejemplo. Y por último y no menos
importante, que yo pueda seguir creciendo profesionalmente y seguir conociendo
nuevas estrategias de enseñanza para que el estudiante pueda ser educado como
se merece. En resumen, mi motor en la educación es que sea una de inspiración.
Que educar no se convierta en algo que solo busca algo monetario, ni que se decida educar porque no había otra
alternativa, sino, que se convierta en algo que cambie vidas.
En fin, solo les cuento que desde ese
entonces, cada día que he pasado con mis estudiantes ha sido una aventura. Cada
enseñanza, cada reto, cada conversación, cada risa, cada abrazo, sin duda alguna se han convertido en una parte
especial e inolvidable de mi carrera en la vida. Pues fui al Colegio para poder
darles todo de mí a los estudiantes, pero no me esperaba que me iba a llevar
tanto aprendizaje por parte de ellos. Solo me quedan alrededor de tres semanas
para poder terminar mis prácticas en el colegio, y aunque me entristece que ya
no podré seguir estando acá con ellos, me alegra tanto haber podido ser parte
de la vida de esos pequeños en esta etapa de sus vidas. Le doy gracias a la
Fundación Ortega y Gasset Gregorio Marañón por permitirnos a nosotros los
estudiantes tener este tipo de oportunidades. Pues vine a enseñar y terminé
aprendiendo más de lo que me esperaba.
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