Conociendo España

Por: Juliana K. Nieves Graulau

Desde que llegué a España, puedo decir que he viajado y conocido varios pueblos de la península. Esto me ha permitido comparar y apreciar la gran diversidad que existe en el país. Al igual que degustar la deliciosa comida y visitar los lugares más emblemáticos de cada uno de esos lugares. Así que les contaré un poco acerca  de esos lugares y qué les recomiendo ver en cada uno.

Segovia

Para llegar a Segovia desde Madrid, tomé un tren saliendo de la Estación Madrid-Chamartín el cuál tardó menos de media hora. Al llegar a Segovia, lo primero que llamó muchísimo mi atención fue la enorme montaña en el fondo, cubierta de nieve. Estaba frío pero que hubiese nieve no lo podía creer. Subimos al autobús de la línea 11, que nos llevaría directamente al Acueducto. Anteriormente lo había visto en fotos pero, WOW, que impresionante verlo en persona. Continuamos caminando por las calles del barrio judío. En la Plaza Mayor la Catedral es lo primero que capta tu atención. Si en el exterior es sorprendente, imaginen su interior. Pero mi parte favorita fue visitar el Alcázar. De primera impresión sentí que me encontraba en un cuento de princesas. Vale completamente la pena visitarlo y sobretodo subir a la torre. Aunque debo admitir que son bastantes escalones. Aunque pude ver otras plazas y estructuras muy bonitas, creo que estas son las que quedarán plasmadas en mi memoria por siempre. Segovia definitivamente ha sido una de las ciudades que más me ha gustado. 

Barcelona

Aunque en 2019 ya había estado en la ciudad, quería visitar varios lugares que no había podido ver. Salimos desde Madrid muy temprano en tren hacia la estación Barcelona-Sants. De allí tomamos un metro hasta la indescriptible Sagrada Familia. Es inevitable quedarse anonadado ante tantos detalles. Nuestra segunda parada fue en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Tercera y una de mis favoritas visitas fue el Parque Güell. Caminamos y caminamos por este parque disfrutando y dejándonos sorprender por la naturaleza. Nos tomamos la tradicional foto en la Plaza de la Naturaleza y disfrutamos un rato de la vista. Continuamos nuestro recorrido visitando La Rambla, La Casa Battló, La Casa Milá, el Barrio Gótico terminando en el Mercado la Boqueria. Allí probamos y comimos trufas, jamón, quesos, empanadas, zumos, en un ambiente muy diferente e interesante. 

Salamanca

Este viaje fue el primero que realicé con mis queridos compañeros de FOM. Visitamos la Universidad, la Catedral, fuimos a ver la famosa rana, el cielo de Salamanca, la Casa de las Conchas, la Plaza Mayor, el puente romano (sin duda alguna una maravilla), el huerto de Calixto y Melibea. Comimos en un lugar súper recomendado llamado El Minutejo. Que como diríamos en Puerto Rico es, bueno, bonito y barato. Y nos encantó tanto que regresamos. Fue un fin de semana lleno de aventura y buenos ratos entre amistades.

Ávila

Ávila me tomó por sorpresa. En mi cabeza tenía una imagen muy distinta a la que me encontré luego de llegar a la ciudad. Superó cien por ciento mis expectativas. La tranquilidad y la calma que se sentía al caminar por sus calles era inexplicable. Su gente, estupenda. Decidimos subir a caminar por la muralla y hacer el recorrido más largo del cuál admiramos unas vistas impresionantes. Lo más curioso de todo es que nos encontramos a dos puertorriqueñas, también estudiantes de intercambio, con quienes compartimos la experiencia de este recorrido. Caminamos hasta Los Cuatro Postes y la vista era aún mejor que desde la muralla. A lo lejos se veía esta ciudad amurallada tan pintoresca que parecía de mentira. Cuando comimos decidimos probar las patatas revolconas y el chuletón avileño, platos típicos de la ciudad. ¡Toda una delicia! Por último y creo que mi parte favorita, fue ir al Convento y Museo de Santa Teresa. Fue un momento de reflexión, cercanía con personas que ocupan un lugar importante en mi vida y sobretodo mucho agradecimiento a Dios. 

Madrid

Madrid es una de mis ciudades preferidas en el mundo. Desde la primera vez que estuve en ella, me sentí como en casa. Ahora al estar en Toledo, a solo una hora en autobús, he podido visitarla con mucha frecuencia. Para ir de compras, comer, salir con amistades, conocer museos o simplemente pasar un día caminando por el centro. Es una ciudad viva con un encanto particular en cada una de sus plazas y barrios. Cada vez que la visito me enamoro aún más de ella. 

El Escorial

El Escorial lo visitamos con la Fom. Definitivamente quedé impresionada con tan magnífico lugar. Eduardo, mi profesor de España desde 1936 y uno de los mejores de la Fom, nos explicó tan bien todo lo que contiene este impresionante lugar. Fue una experiencia única.

¡Casi lo olvidaba! ¿Quieren saber cuál es la parte más curiosa, divertida y mejor de toda esta experiencia? ¿Que las he podido compartir con otra lareña! Sí, un mes aquí y todavía no me lo creo. Sin conocernos en nuestro pueblo, para encontrarnos en Toledo y crear una linda amistad. 

La gran Génesis Pérez <3