Por fin llegue al Museo del Prado




Por fin llegue al Museo del Prado

Genesis Pérez C

Universidad Interamericana de Puerto Rico - Recinto de Arecibo


Cada martes, a las 12:55 pm en la aula 3, me da una crisis existencial. No de las "malas" donde me pierdo pensando en que hacer con mi vida, sino uno donde me enruedo con la locura que es la vida. A esta hora en la aula 3 tomo la clase "Grandes Maestros de la Pintura Española" con la magnifica profesora Araceli Fernández Recio. Esta clase me genera muchos sentimientos no solo por su propia naturaleza de regresar en el tiempo a siglos pasados, sino además por su simbolismo en mi vida. 

La primera vez que escuche sobre la Fundación Ortega y Gasset- Gregorio Marañón en Toledo, España, fue en el 2016, en mi primero año de universidad. Una prepa [termino coloquial boricua para alguien en su primer año] sentada en un teatro lleno de inmensas posibilidades con muchos deseos de soñar en  grande. No recuerdo muy detalladamente que información fue compartida sobre la Fundación para ese entonces, pero lo que siempre se quedo conmigo fue que existía la posibilidad de tomar una clase de arte donde se visitaban diferentes museos. Me parecía increíble. No soy una persona con habilidades artísticas pero siempre me ha fascinado las pinturas. Quizás es por esa misma razón de no poder hacerlo que me quedo lleno de admiración al apreciarlas. 

Me fui del teatro ese día otra persona con aspiraciones grandísimas. Antes, desde pequeña había tenido el deseo de estudiar en el extranjero pero España no estaba en mi radar de opciones; pero después, no podía dejar de pensar en ella. Cada año escolar me obsesionada con el idea de poder estudiar el siguiente semestre en la Fundación. Se acercaba mi cuarto año de la universidad y aun no lo había podido lograr. Hice tantas cosas: extendí mi bachillerato para quedarme más tiempo, solicité becas y empleos, hasta ignoraba mi consejera cuando me decía que tenia que tomar la clase de arte. Bueno, te digo de todo. Porque años después todavía lo único que tenia en mi cabeza era: TOLEDO. 

Como parte de todos nuestros historias, llegó la pandemia COVID-19 y parecía que todo mis esfuerzos iban a ser en vano. Mis padres y amigos para proteger mis sentimientos, suavemente intentaban hacerme aceptar una realidad donde no se cumplía mi sueño de tomar la clase de arte en España. Pero les cuento algo, yo soy una persona bien obstinada con mis cosas. A pesar de las obstáculos obvias y difíciles de negar, decidí que me iba quedar con mi sueño de estudiar en Toledo y lo único que me iba hacer olvidarla era graduarme, y solo así porque entonces literalmente se me acabo el tiempo. 

Como estas leyendo este blog puedes notar que si, después de tanto, logre llegar a Toledo. Todo los días me levanto y no me lo creo. Cada martes a las 12:45 pm me marcho para la aula 3 a tomar la clase "Grandes Maestros de la Pintura Española". Cada ves que me siento en el escritorio, sonrío. Pienso en cuan raro es la vida a veces, estar viviendo un momento que siempre había imaginado. Desde la primera reunión me enamore de la clase. La profesora nos hace volver en el tiempo y realmente entender y apreciar cada detalle de las pinturas de los grandes maestros. ¡Me encanta! Comenzamos el curso aprendiendo sobre el Greco y como se enamoro de Toledo por ser una cuidad mágica, yo le entendía perfectamente. El viernes, 18 de febrero de 2022, pude visitar por primera vez el Museo Nacional del Prado en Madrid y fue increíble. En el museo se observó algunos de los cuadros de los tres grandes maestros: el Greco, Velázquez, y Goya. Ver las pinturas estudiadas en clase por primera vez de frente fue impresionante porque se puede apreciar mejor los colores y las pinceladas. No se ni como explicar como se sintió ver en persona los arrepentimientos de Velázquez en sus cuadros. Algo que más que me llamo la atención de las obras fueron los tamaños de las pinturas y como eran distintos a como los imaginaba en la clase. Realmente el tiempo no da para apreciarlo en su máximo potencia. Fue un sueño cumplido ir al Prado y recomiendo a todos visitarlo, independientemente si toman un curso de arte en la Fundación. Se puede admirar todos tipos de pinturas y esculturas de cientos de artistas distintas.  Sinceramente hay una variedad grande y algo para todos gustar. Mi consejo para disfrutarlo lo más que se pueda es llegar ya con el estomago lleno y el café digerido para tener mucha energía para explorar. Al entrar en el museo puede ser un poco agobiado a la primera impresión por que hay muchísimo para ver pero lo mejor es simplemente disfrutarlo y ir poco a poco. Si vas con la clase, una buena idea es quedarte más tiempo a explorar a tu propio paso, o regresar una segunda vez. Si vas por tu propia cuenta, recomiendo llegar temprano y dedicar el día a la apreciación. El museo esta en una buena localización donde puedes luego de tu visita caminar las calles de Madrid y consumir algún postre o bebida. Les animo de corazón a todos ir cuando puedan para que tengan la oportunidad de ver el arte maravillosa que esta en el Prado.  


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