Travesía para llegar a Toledo
Travesía para llegar a Toledo
Por:Solei M. Castro
Rivera
Posiblemente
si me hubieran dicho que estaría en Toledo estudiando hace cinco meses atrás
diría que fue una buena broma. Yo me entere que podía hacer un intercambio a
Toledo, España casi acabándose mi primer semestre de mi primer año universitario.
Me llamaba la atención porque mi hermano mayor ya había hecho algunos
intercambios y cuando llegaba a mi casa me contaba de sus viajes. Así que me
había propuesto hacer, aunque sea un intercambio en mis años de universidad.
Durante mis primeros dos años estudiando, no tuve la oportunidad de participar
del intercambio a España, el cual era el más que me interesaba; debido a que no
cumplía con los requisitos. Luego de un tiempo desistí de la idea y me concentré
en otros intereses que tenía a largo plazo. Uno de estos fue el aprender
idiomas. Dado a que empezó la pandemia del Covid-19 sentía que no estaba
progresando en muchos aspectos en mi vida. Por ello me decidí empezar aprender
el idioma coreano. Al principio estuve bien perdida y luego sentía que avanzaba
un poco más. A finales de mi cuarto año de universidad estuve teniendo
problemas con los trabajos en equipo. Tanto así que llegue a enfermarme, esto
me movió para que fuera a la oficina de la profesora para dialogar sobre el
problema. Como recientemente empecé una concentración menor en relaciones
internacionales me abrió la oportunidad a poder asistir a estudiar a Toledo,
España. Me entere faltando dos semanas para que cerrara la solicitud, así que
fue un corre y corre porque no tenía ni pasaporte debido a que nunca había
viajado y necesitaba conseguir unos documentos que no tenía. Además del ajetreo
que tenía por la universidad, las ultimas clases de coreano le añadí el buscar
documentos y entregarlo a la persona encargada de enviar los documentos a la
central de mi universidad. Cuando al fin logre entregar todos los documentos me
quedaba ver si me aceptaban, mi profesora me llamo para decirme que si me
habían aceptado. Creo que cuando termine de hablar con ella llore debido al
estrés que logre general en las últimas semanas. Fue satisfactoria la notica
porque en parte fue como si fuera un problema menos del cual preocuparme, luego
tuve mi examen final de conversacional de coreano por lo cual pude concentrarme
por completo en la universidad otra vez. Termine mi semestre, así que me tocaba
concentrarme en buscar que me iba a llevar para el viaje porque España
comparado con el clima de Puerto Rico no se parecían mucho. Durante ese periodo
conocí a través del internet un poco a las otras personas de la misma
universidad que asisto. Ellos al igual que yo lograron ser aceptados en el
intercambio hacia Toledo, España. Habíamos decidido algunos que nos íbamos a
encontrar en el aeropuerto. Pero cuando menos lo espere me enferme de covid-19,
fue en la misma semana de navidad. Estuve en cuarentena junto a mi familia
porque nos dio a todos.
Durante este tiempo trate de pensar en que el covid-19 se me iría antes del día de viaje pautado, pero si hubo días que pensaba que no sería así. Estuve vagando en mis pensamientos durante dos semanas, preocupada. Me hice la prueba luego de 14 días y fue negativo el resultado. Tanto mi prima, mi madre y mi profesora me dijeron que siguiera en cuarentena para poder tomar el viaje. El día del viaje mi amigo junto con mi madre y hermana fueron los que me llevaron al aeropuerto, llegamos temprano. Yo no había pasado por aduana debido a que yo quería esperar a despedirme de mi hermano. Lamentablemente se me acabo el tiempo por tal motivo no logre esa despedida que tanto deseaba.
Cuando llegue para abordar el avión hable con las chicas para conocernos más. Cuando llegamos a España, nos recibió la directora. Recuerdo que cuando salimos del aeropuerto fue tanto el frio que recibí que sentí como si me hubieran metido una cachetada. Dije: soy del trópico, por favor trátame bien. La directora menciono que no hacía mucho frio en ese entonces. La primera noche no logre dormir bien debido al frio, recuerdo que dormí con dos pantalones, medias, camisa y abrigo. Luego me entere que había más mantas en la cama y yo solo había utilizado una. Los próximos días se celebró una fiesta de bienvenida. En esta los puertorriqueños terminamos de conocernos. Pero hubo un momento que nunca olvidare. Fue cuando la directora empezó hablar, note que todos los que habían venido de Estados Unidos habían dejado de comer, sin embargo, nosotros los puertorriqueños nos movimos para la parte trasera del comedor y seguimos comiendo. De pronto la profesora dijo: pero yo siendo ustedes aprovecho a los boricuas porque ellos ya hablan español y tienen la experiencia ya con el idioma. En ese momento todos los que estaban al frente nos miraron y literalmente todos los puertorriqueños dejamos de comer.
Fue demasiado gracioso el momento. Luego de eso algunos compañeros se acercaron a hablarnos y conocernos más, entre ellos los dos compañeros provenientes de Japón. Los próximos días salí con mis amigas a conocer a Toledo e intentar adaptarme al frio.
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