Un Fin de Semana en Portugal


Viaje a Portugal


                                                                                               Por: Paola Jiménez y Bryan Cruz

    Nuestra opción de transporte para Portugal fue por la compañía FlixBus, ida y vuelta. El costo por persona fue 49.66 euros, con una duración de viaje de 7 horas. Cogimos un taxi desde la Fundación para llegar a la Estación de Autobuses de Toledo, para coger nuestro bus a las 00:50.


    Cuando llego el bus a la estación, estaba casi a su capacidad lo cual nos provoco un poco de ansiedad. Pero no pasaba nada, cupimos todos aunque muchos de nosotros tuvimos que sentarnos aparte. En nuestro caso, nos pudimos sentar juntos pero fue porque un señor nos ofreció su fila de asiento. El viaje fue muy incomodo y muy largo, Bryan tuvo el problema de que el espaldar no cubría de cabeza, por lo que tenia su cuello expuesto y se le hacia difícil dormir en el bus. Cuando finalmente llegamos a la estación de Autobuses de Lisboa, ya eran las 7 de la mañana (Portugal tiene una hora de atraso que en España). 

    En este momento el grupo se dividió porque hubieron unos que se dirigieron al hostal y otros al restaurante. No recuerdo el nombre del restaurante pero su comida era exquisita, tenían jugos naturales, gofres, huevos revueltos, tortitas (pancakes), etc. Después del desayuno Bryan, Genesis y yo caminamos al Airbnb para dejar nuestros bultos y luego encontrarnos con el resto del grupo. 

    Visitar Portugal fue algo muy diferente porque en realidad lo hicimos con ningún destino en mente. Claro, al principio visitamos los lugares importantes como la catedral y los miraderos. Eventualmente, desde ahí llegamos a la costa y fue espectacular. Como puertorriqueños naturalmente extrañábamos mucho la costa y el olor a salitre que la acompaña. 

     Aunque las partes turísticas tienen su encanto es lo que pasó luego que me hizo amar el lugar. Cuando ya no teníamos que mas hacer solo caminamos las calles de Lisboa sin ningún sentido de dirección. Entiendo que haciéndolo de esta manera pude conocer la ciudad verdadera con sus gentes, sus mercados y su encanto local. Pudimos visitar algunas tiendas pequeñas como "The Vinyl Experience" y crear conversaciones con sus dueños. Probamos las comidas e hicimos de Lisboa como si fuese nuestra propia ciudad. 


     Me gustaría volver a practicar esto en alguna otra ciudad que termine visitando. Pienso que de esta manera se puede disfrutar de la verdadera esencia del lugar que visitas. Si me preguntas a mi, lo recomendaría al 100%, solo toma las precauciones básicas. 














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