BORICUA LLEGANDO A ESPAÑA

El mal viajero

Escrito por: Arianiy Guzmán 

¡Hola a todos! Les escribe su amiga virtual, Arianiy Guzmán. Les cuento sobre mi experiencia con el virus gastroenteritis de España.

    Desde que llegué a España he querido aprender y formar parte de las oportunidades académicas, estudiantiles y culturales al máximo. Conocer y experimentar el estilo de vida en un nuevo país en la mayoría de los casos vives algunas situaciones inesperadas o inusuales. Al cabo de cumplir el mes de estar en España me tocó un virus de gastroenteritis que no esperaba. Justo el día de San Valentín, me levanté con un dolor de barriga horrible. Pensé que había sido porque tenía hambre. Recuerdo haber ido a clase y el dolor empeoraba aún más. Esperé hasta la hora del almuerzo, pero justo un poco antes me di cuenta de que no tenía apetito. De todas formas, bajé a almorzar, aunque lo que me comí fue una ensalada. Pensé que el dolor iba a mejorar ya que había comido. Sin embargo, no fue así. Según me informaron, los síntomas apuntaban al famoso virus gastroenteritis de España y cuando fui al doctor lo confirmó. La buena noticia, el virus duraría unas veinticuatro horas en mi sistema. El dolor fue empeorando por lo que me dieron una pastilla, un suero y un litro y medio de agua para ayudarme a mejorar. Poco después, la ensalada que me había comido mi sistema la rechazó. Las instrucciones fueron las siguientes: estar un día completo sin comer y sobrevivir con el suero y agua. Los próximos días estaría consumiendo una dieta blanda de cero grasas, cero azúcares y cero carnes rojas. Me sentía débil, ya que que a cada rato el líquido que tomaba salía rápidamente de mi sistema. Estuve el día completo acostada descansando. Sentía que no tenía fuerza ni para levantarme de la cama. Me perdí la cena y la fiesta de San Valentín que con ansías esperaba en este hermoso país. Al siguiente día, me levanté sintiéndome mucho mejor. El dolor no permanecía, pero el cansancio sí. Aunque poco a poco se desvaneció y continué mi rutina como de costumbre. Les digo, no fue nada divertido haber experimentado el virus gastrointestinal de España. Ya lo vivía y lo pasé, ahora a continuar conociendo la cultura y cada experiencia.