PIEDRA A PIEDRA DESCUBRIENDO SEGOVIA
Por: Edwin J Delgado Serrano
Segovia, localizada en el centro
de la Península Ibérica es una ciudad importante para la historia de Castilla
la Mancha. Es una de las nueve provincias que forman la Comunidad Autónoma de
Castilla y León. Declarada por la Unesco para 1985 como Patrimonio de la
Humanidad, Segovia cuenta con un gran legado arquitectónico e histórico. En sus
inicios esta ciudad fue ocupada por el imperio romano, luego llegan los
visigodos. Tras esta invasión la ciudad fue abandonada y no fue hasta finales del siglo XI cuando es
retomada por los cristianos. Dentro de la edad media se destaca su gran
expansión territorial y la construcción de varios monasterios y conventos. Fue
entonces cuando para 1417 luego de la reconquista, en la Iglesia de San Miguel
de Segovia se proclama como reina de Castilla a Isabel la Catolica. Esto solo
fueron algunos de los sucesos destacados importantes de la época dentro de la
historia de esta gran ciudad. No podemos pasar por alto que su historia tuvo
mucho influencia romana, esto se puede notar en varias edificaciones.
Caminando por la ciudad,
precisamente en el centro, en la plaza del Azoguejo nos encontraremos con la
mejor vista de lo que hoy día se conoce como el legado de ingeniería romana más
importante hasta la época, el acueducto de romano. Este acueducto data de los
primeros siglos d.C. Gracias a un reciente estudio que data del 1998, se logró
comprobar que esta pieza arquitectónica en realidad pertenece al siglo II d.C.
no del siglo I d.C en donde se solía ubicar. Esta maravillosa obra de
ingeniería romana fue construida para transportar agua desde la Sierra de
Guadarrama hasta la ciudad de Segovia, precisamente del manantial Fuenfría. Hoy
día se considera una de las piezas romanas mejores conservadas dentro de la
Península Ibérica. Tiene alrededor 30 metros de altura y cuenta con 120 pilares
y a su vez con 167 arcos a lo largo del trayecto por la ciudad y fue una de las
mejores herramientas para transportar agua en su época.
A lo largo de la historia los
romanos dejaron un gran legado dentro de la Península Ibérica y es increíble
como este imperio crea una estructura tan majestuosa para solo transportar
agua. Claramente era una muestra de poder y en esto están de acuerdo varios
historiadores. Roma se dedica a crear grandes estructuras para así dejarles
saber a otros imperios que ellos eran poderosos, que eran capaces de crear
grandes estructuras, una tecnología adelantada para la de su época,
además, que Roma contaba con el poder
económico suficiente para costear esto y que poseían un gran conocimiento en
ingeniería. No importa cuán grande sea esta estructura, esta logra integrarse
en armonía con el resto de la ciudad, haciendo juego con el maravilloso y
antiguo Alcázar y la gran Catedral de Segovia. Sin duda alguna, el acueducto es
una de las más increíbles y mejores conservadas obras del imperio romano. Si te
encuentras en España o tienes en mente viajar, no pases por alto el visitar la
maravillosa ciudad de Segovia.
Comentarios
Publicar un comentario